Mi camino con las acuarelas
Desde que empecé en el mundo de la acuarela, siempre fue desde un lugar experimental. No hubo recetas ni fórmulas: solo prueba, error, disfrute y la búsqueda de mil formas distintas de pintar.
Lo que más amo es esa sensación de libertad en el trazo, lo inesperado de la mancha, lo que aparece sin planearlo. ¿Es un camino más difícil? Puede ser. Pero también es un camino inolvidable: lo que descubrís a través de tu propia experiencia queda grabado de una forma única.
Aclaro algo importante: esta es mi forma de relacionarme con el material. Cada uno tiene la suya. Si vos también queres conectar con la acuarela desde este lugar, seguí leyendo que te comparto más de mi proceso.
Sin técnica, solo intuición , siempre las abordé de una manera muy intuitiva, sin aprender técnicas específicas ni tomar cursos, simplemente me dejé llevar.
La acuarela me conquistó primero con la vista: me parecía un material hermoso, casi mágico. Pero cuando me animé a probar, descubrí algo más: una conexión kinestésica con la mancha, con lo aleatorio, con esa sensación de que el agua y el pigmento tienen vida propia y me invitan a dialogar con ellos.
En ese fluir encontré una gran aliada para mi creatividad: la acuarela me enseñó a soltar la mano, a no buscar la perfección, sino a disfrutar del proceso.
Pintar como experiencia
Para mí, la acuarela no es un medio que “hay que dominar”, sino un material con el que se conversa. A veces fluye, a veces se resiste, pero siempre sorprende. Y en ese juego aparece lo que más valoro: la experimentación creativa.
Dejar que la mancha hable, que lo accidental se vuelva parte de la obra, es lo que me conecta con la esencia misma de pintar: un diálogo entre intuición, agua y color.
Si te sentís identificada con este modo de crear —más libre, más intuitivo, menos académico— te invito a probar. No importa si sale “bien” o “mal”: lo importante es la experiencia, la práctica y esa libertad que da soltar la mano.
Porque al final, lo que queda no es la técnica perfecta, sino el momento en que te conectaste con vos misma, con tu creatividad y con el material.
Nos encantan las acuarelas para manchar y probar cosas nuevas, sin preocuparse tanto por el resultado. La no técnica es una gran liberación!
Tal cual, es la idea jugar sin pensar jajajajajjaja
Tuve poca experiencia con acuarelas y siempre me asustó la independencia, por decirlo de alguna manera, del material. Probaré dejar fluir y aprender a seguir el argumento de la mancha. Saludos desde los confines de la civilización.
Ale, querida !!! siempre hay que probar y experimentar, pero tambien esta bien, tener materiales preferidos y si la acuarela no va, no va !!!! besoooooooooo ojala puedas volver °°