En el camino del arte, con el tiempo y la experiencia, empezamos a reconocer ciertos rasgos que se repiten en nuestras obras. A mí me gusta llamarlos recursos plásticos. Son esas elecciones que aparecen una y otra vez, de manera consciente o inconsciente, y que terminan convirtiéndose en nuestra huella personal.
¿Qué son los recursos plásticos?
Podemos pensarlos como símbolos que nos identifican:
- La paleta de color que elegimos una y otra vez.
- Una forma particular de trazar líneas.
- Las texturas que exploramos con pincel, espátula o materiales inesperados.
- Ciertos motivos o formas que regresan como un eco en nuestras producciones.
Cada artista va descubriendo poco a poco cuáles son esos recursos que se convierten en parte de su identidad. Son los que nos dan placer al trabajar, los que usamos casi sin pensarlo, y los que hacen que al ver una obra alguien pueda decir: “Esto es tuyo”.
El valor de reconocerlos
Tomarnos el tiempo de analizar nuestras propias obras es un ejercicio revelador. Cuando identificamos estos recursos, dejamos de verlos como repeticiones azarosas y los entendemos como herramientas de expresión. En lugar de limitarnos, se transforman en aliados que potencian nuestra creación.
Lo que empieza como una elección intuitiva, puede convertirse en una característica distintiva de tu imagen artística. Y lo más interesante es que estos recursos no son estáticos: evolucionan, se transforman y dialogan con cada etapa de nuestro camino creativo.
Y ahora te pregunto:
👉 ¿Cuáles son los tuyos?
👉 ¿Qué elementos aparecen una y otra vez en tu obra?
Te invito a observar tu producción con atención, a descubrir esos recursos plásticos que hablan de vos, y a usarlos como aliados en tu proceso creativo.
